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miércoles, 16 de mayo de 2012

PROTECCION DE LA VIAS RESPIRATORIAS EN CABALLOS DE ALTA COMPETICIÓN

Las últimas investigaciones demuestran que un buen manejo y una dieta con antioxidantes protegen las vías respiratorias y pueden mejorar el rendimiento del caballo de deporte.La función de los pulmones es transportar el oxígeno del aire hasta la sangre. Por esta razón, el buen funcionamiento y limpieza de las vías respiratorias es fundamental para un eficaz transporte de oxígeno que permita al caballo un alto rendimiento deportivo.Cuando hablamos del caballo de carreras o completo, queda muy claro que para galopar es imprescindible un buen sistema respiratorio pero quizá subestimamos la importancia de los pulmones en caballos que practican otras disciplinas.La cantidad de oxígeno que recibe el caballo está directamente relacionada con el tiempo que tardan aparecer los primeros síntomas de fatiga. Un caballo cansado estresa su corazón y no controla sus extremidades con la misma destreza, por ello es más propenso a lesiones, debido a que puede pisar incorrectamente con más facilidad. Desde hace cientos de años en el estudio del caballo doméstico se conocen los efectos y, la relación existente entre el uso de heno y la estabulación con las enfermedades respiratorias.




“El mejor tratamiento para un caballo con problemas respiratorios es hierba en verano y heno mojado en invierno”, consejo que sigue vigente hoy en día, además de otros tratamientos especializados aplicados por especialistas veterinarios para caballos que han sido diagnosticados con enfermedades pulmonares, además las investigaciones más recientes nos han descubierto que los efectos a largo plazo de mantener un caballo en un box son más importantes de lo que antes se pensaba, por ejemplo, un estudio en Suiza ha demostrado que más del 50% de los caballos que no han sido diagnosticados con enfermedad respiratorias alguna y que por lo tanto no tenían ningún signo claro de problema pulmonar, sin embargo padecen inflamación e irritación en el sistema respiratorio. Un dato a tener en cuenta es que por ejemplo, en una cuadra típica, un caballo puede inhalar más de 12 millones de partículas cada vez que respira, y este número de partículas en el aire aumenta si la cuadra no tiene suficiente ventilación o cuando se utilizan ciertos tipos de camas y forraje o cuando se limpia el box o los pasillos de la cuadra. Estas partículas en suspensión en el aire incluyen varios tipos de mohos, polvo, ácaros y otros componentes que irritan la mucosa y causan inflamación en las vías respiratorias, incluso cuando el caballo sólo haya sido expuesto a ellos durante un periodo corto de tiempo. Además una cuadra cerrada también contiene vapores de amoniaco, un irritante muy conocido, que es tremendamente nocivo para el sistema respiratorio. Debido a las dietas altas en proteína para el caballo de competición, incluso en una cuadra que esté correctamente ventilada, limpia y con cama fresca, el amoniaco nunca desaparece totalmente. Cuando se irritan las vías respiratorias, los pulmones reaccionan de dos maneras. Se contraen para limitar la introducción de contaminantes, por medio de la reducción del diámetro de las vías respiratorias, y además aumentan la producción de moco en las vías respiratorias. La unión de estos dos factores dificultan el intercambio de gases respiratorios del pulmón del caballo y limitan la cantidad de oxígeno que recibe el sistema cardiovascular.

Esto perjudica el rendimiento del animal e incluso aumenta el riesgo de lesiones debido a la falta de oxígeno en las células, además de que también sufre el sistema respiratorio del caballo por daños a las células por estrés oxidativo.En definitiva si el caballo está expuesto a largo plazo a alérgenos, partículas o amoniaco, puede comenzar a tener síntomas de alguna enfermedad respiratoria. Y si un caballo empieza a reaccionar de forma persistente contra un alérgeno específico, finalmente se hace cada vez más sensible a otros irritantes en su ambiente, estimulándose finalmente con agentes inespecíficos, así que se crea un problema crónico que es difícil de tratar y curar.
¿Cómo se sabe si el caballo tiene algún problema? El caballo que tiene una tos persistente tiene más probabilidades de tener una enfermedad respiratoria. De hecho, casi un 80% de los caballos que han sido diagnosticados con EPOC (actualmente se denomina RAO – Obstrucción Recurrente de Vías Aéreas) padecen una tos crónica. Y normalmente RAO es la causa más común de tos crónica en Argentina.




Como ya hemos observado desafortunadamente, un caballo que no tosa no significa que su sistema respiratorio esté funcionando perfectamente, ya que un caballo con RAO puede no presentar ninguna señal visible de padecer la enfermedad hasta que no se explora su aparato respiratorio por un veterinario especialista e incluso con ayuda de un endoscopio, rayos x o gama grafía.


También se pueden observar síntomas clínicos de enfermedad pulmonar subclínica (sin síntomas muy evidentes) como la poca capacidad del caballo para el ejercicio o que comencemos a advertir que tiene tos o secreciones nasales constantes.
El problema puede ser tan leve que el propietario no advierta ninguna anormalidad si no se estresa el sistema respiratorio. Hay que tener en cuenta que el nivel de trabajo influye directamente en la aparición de los síntomas.
Un caballo de salto en pista, doma, completo o carreras puede ver su rendimiento seriamente perjudicado con sólo un mínimo de irritación en el sistema respiratorio, por un efecto final al no recibir el nivel de oxígeno que necesita. En algunas ocasiones, cuando un caballo no está estabulado en un box y vive en libertad en el prado, puede padecer inflamación en los pulmones debido a reacciones alérgicas específicas a polen u otros contaminantes presentes en el ambiente en el que vive. Estos casos son bastantes raros y en general el caballo que vive en el prado tiene el sistema respiratorio mucho más sano que el caballo estabulado.
Otro punto importante a tener en cuenta es las patologías respiratorias es cuando el caballo viaja, ya que la postura necesaria para que el caballo vaya atado en un remolque o en un camión también puede afectar a su sistema respiratorio, ya que esta postura es ya de por si antinatural pues el cuello del caballo está diseñado para estar estirado hacia abajo, y favorecer la limpieza respiratoria y no hacia arriba en contra de la ley de la gravedad. Es importante que el caballo tenga suficiente grado de libertad para mover libremente su cabeza. Para entenderlo hay que saber que si el caballo está atado demasiado corto, con la tráquea hacia arriba, la saliva acaba en sus pulmones y terminará viajando a la clínica veterinaria en vez de correr el concurso. Por otra parte el caballo debe estar atado en el camión para que pueda equilibrarse contra algo fijo en caso de una frenada inesperada, así que hay un cierto grado de estrés al sistema respiratorio asociado con los viajes. La posición, incluso cuando el caballo está atado correctamente, en combinación con la costumbre de proporcionar heno al caballo en una red, no parar a descansar durante el viaje, y no ofrecer agua, suele llevar presta a una situación que garantiza que el caballo respire contaminantes de la carretera, polvo y partículas alergógenas durante horas. Algunas soluciones para los viajes es disminuir el estrés durante el viaje con paradas frecuentes para que el caballo pueda descansar, atar el caballo con suficiente espacio para que pueda mover la cabeza, sacar el caballo del camión durante el viaje para que puede estirar el cuello y beber, proporcionar al caballo heno sólo durante ratos y luego quitárselo, aumentar el espacio disponible para cada animal, mojar el heno, o utilizar ensilado equino.
Si no hay problema de presupuesto, se puede construir un camión con ventilación cerrada y aire acondicionado. Esto es “de rigor” en los camiones diseñados para los jeques de Arabia Saudita, pero no es muy usual verlo en el sur de Europa. Los síntomas más claros de irritación en las vías respiratorias son: Tos crónica Secreciones nasales Respiración fuerte, incluso cuando se trabaja poco Recuperación demasiado lenta después de trabajar Baja su rendimiento en general durante el recorrido, reprise o carrera Ruido al respirar Científicos de todo el mundo están estudiando el papel que tiene el estrés oxidativo en el proceso de envejecimiento y también sus efectos en un gran número de enfermedades como el asma, fibrosis pulmonar, bronquitis, RAO, arterosclerosis, artritis y enfermedades del sistema renal.



El sistema respiratorio resulta muy afectado por los daños oxidativos que ocurren como resultado de la producción de “radicales libres” que provienen de procesos fisiológicos normales, como lesiones, enfermedades o porque el animal ha sido expuesto a ciertos irritantes en su ambiente como alergógenos, radiación o contaminación. La formación de radicales libres Un radical libre es cualquier átomo o molécula capaz de existir independiente, y que contiene uno o más electrones sin pareja. Los radicales libres son inestables y buscan una pareja para el electrón que les falta o un donante si les sobra. Atraen a los electrones de moléculas de su alrededor o donan electrones a las moléculas cercanas según si están faltos o carentes de electrones, es decir cargados negativa o positivamente, y en algunos casos, causan un efecto en cadena que crea una serie de moléculas inestables.
La producción de radicales libres es normal en cualquier organismo con un metabolismo aeróbico. Si no se controla el número de los radicales libres, pueden llegar a dañar todo tipo de células alterando la estructura de la membrana y favorecen el proceso de inflamación. Un buen manejo de cuadra y una dieta que incluya antioxidantes específicos puede mejorar de manera importante la capacidad de soportar el ejercicio y reducir la inflamación e irritación en las vías respiratorias. Así mejoramos la capacidad para el trabajo en un caballo de deporte, puede alcanzar una forma física más competitiva y tener más oportunidades de correr y ganar. Por lo tanto, merece la pena asegurar que las vías respiratorias del caballo estén en las mejores condiciones posibles.
¿Qué Papel Tiene la Dieta? Los científicos creen que la nutrición que recibe el caballo tiene un papel importante para apoyar un sistema respiratorio saludable.
La cantidad, tipo y equilibrio de los nutrientes pueden ayudar en la formación y regeneración de los tejidos dañados en los pulmones. Hay varios estudios que demuestran que una mezcla de antioxidantes puede beneficiar al caballo más que un solo tipo de antioxidante para aumentar las defensas. También está probado que si se proporcionan antioxidantes que no están correctamente equilibrados, se puede perjudicar la efectividad del suplemento. La vieja idea de que “cuanto más mejor” ya no está ni mucho menos aceptada como una filosofía correcta para decidir los suplementos necesarios.
Si se proporcionan vitaminas o antioxidantes en cantidades excesivas, se puede perjudicar al caballo en vez de curarle. Hay que tener muy en cuenta la “bio-disponibilidad” de las fuentes de los nutrientes. Por ejemplo, hay tipos de vitamina E que cuestan 10 veces más que otros tipos de la misma vitamina E, por el simple hecho de que su absorción es mucho mayor.
El caballo produce ácido ascórbico por sí mismo, pero si hay un bajo nivel debido a estrés o enfermedad, su producción puede ser inadecuada. El laboratorio de Waltham en conjunto con el Animal Health Trust en Inglaterra ha producido los primeros estudios que demuestran que varias fuentes de vitamina C aumentan de forma efectiva el nivel de ésta en el exudado o moco dentro del pulmón, lo cual protege el aparato respiratorio. Esta investigación sugiere que el uso de un suplemento específico puede mejorar el sistema pulmonar si los antioxidantes son absorbidos con eficacia y están equilibrados.


Para formular una dieta correcta es importante tener en cuenta el conjunto y la calidad de lo que recibe el caballo. La suma de los nutrientes proporcionados por el forraje, el pienso y cualquier otro suplemento que recibe el caballo, es primordial para poder ajustar los niveles vitamínicos y asegurar que son en niveles apropiados según sus necesidades. El Manejo Correcto es Fundamental Se pueden reducir de manera importante las alteraciones respiratorias con un manejo correcto ya que en cuanto menos se exponga el caballo a polvo y otras partículas, menos irritación pulmonar tendrá. Esto quiere decir que hay que organizar la cuadra de tal manera que la limpieza de los boxes y de los caballos se haga de manera que no aumente el nivel de polvo o que los caballos estén todos fuera cuando se lleven a cabo estos trabajos. Lo mejor es soltar los caballos en el prado o montarlos cuando se limpia la cuadra.
Si los caballos tienen que estar dentro a la fuerza cuando se limpian los boxes, hay que asegurar que no se levanta polvo cuando se quita la cama. Cuando se barren los pasillos, hay que mojarlos primero para que no se levante una nube de polvo, y también, por la misma causa se puede mojar ligeramente la viruta o cama nueva cuando se eche al box.
Además la cuadra debe tener buena ventilación pero no debe haber corriente. Es mejor que esté abierta y que el caballo tenga más mantas que intentar que haga menos frío en la cuadra cerrando ventanas y cargando de partículas de aire.
Si hay prados, hay que usarlos. En general, cuanto más tiempo esté el caballo en el prado, mejor para su sistema respiratorio.
Es muy importante y se deben elegir producciones de forraje que tengan poco polvo y totalmente sin moho. Otro factor importante es que el almacén de heno, alfalfa, viruta y paja debe estar en un espacio que no esté directamente comunicado con la cuadra. Una buena distribución de espacio en la cuadra reduce el nivel de polvo en el ambiente y también sirve para reducir el riesgo de fuego en las cuadras.
Es aconsejable alejar también el vertedero y donde se deja la viruta o cama sucia. De hecho, la legislación actual exige que el vertedero esté bien separado del almacén de alimentos.
Este lugar debe tener un fondo de hormigón y hay que vaciarlo a menudo para asegurar un ambiente limpio. El sistema de limpieza de cuadra que se conoce como “cama continua” en que solo se quitan las heces y la parte de la cama más mojada perjudica seriamente el sistema respiratorio por la cantidad de partículas y amoniaco que inhalan los caballos. Se debe mojar el heno o alfalfa unos 30 minutos antes de proporcionarlo a los caballos.
Con esto, las esporas que pueden existir en el forraje aumentan de tamaño y no entran profundamente en el sistema respiratorio, y no se debe mojar el forraje más tiempo porque se pierde su nivel vitamínico.
Si pasa tiempo antes de servirlo y no está mojado cuando lo comen los caballos, estos inhalarán las esporas hasta el fondo del pulmón de todas maneras.
Además el caballo debe comer su heno del suelo para que alargue el cuello al máximo hacia abajo. Esto facilita que el exudado o moco respiratorio salga hacia el exterior por gravedad. Un buen manejo reduce el número de partículas que inhala el caballo y así reduce la irritación al sistema respiratorio.
Pero, incluso utilizando las mejores prácticas no se pueden eliminar por completo todos los irritantes del entorno del caballo. En cuanto un caballo padece alguna enfermedad en el sistema respiratorio, hay que consultar al veterinario para asegurarnos de que el caballo reciba todos los cuidados necesarios. Nuevos Productos en el Mercado para Proteger las Vías Respiratorias Strips Nasales: Este producto se está utilizando desde hace tiempo en Estados Unidos pero todavía no es muy común en Argentina.



Previene que se colapsen los ollares con una tela fina con un autoadhesivo. Suelo de Goma: Este producto es común en las clínicas veterinarias y se puede utilizar en cuadras que tengan desagüe en los boxes. Se reduce de manera importante la cantidad de cama que se utiliza y así se reduce el nivel de polvo en el ambiente.
Los suelos de goma también protegen las articulaciones de los caballos, así que en general su uso es muy positivo. Sin embargo, no es aconsejable si no hay un sistema de desagüe porque la orina se puede acumular por debajo y aumentar el nivel bacteriano en general.
Ventilate: Una suplemento específico para mejorar las vías respiratorias con una mezcla de vitaminas y anti-oxidantes. Viruta sin polvo: Los productores de viruta han reconocido la demanda que hay de este producto y han hecho la inversión necesaria de maquinaria. Ya es relativamente fácil de conseguir en España. Es muy importante el tamaño de la viruta en la cantidad de polvo que se genera. Ensilado Equino: Heno empaquetado con un 50% de humedad y totalmente sin polvo.
Este producto es muy conocido en el resto de Europa pero en España su uso no es habitual. Se presenta en sacos de 25 Kg. y en rollos grandes de 200 Kg. Hay varios tipos de productos que contienen más o menos proteínas, según las necesidades del caballo.
El punto negativo de este producto es que viene en paquetes de plástico y se tiene que utilizar rápidamente porque se forma moho con rapidez.
 Siroco: Un producto para el secado e higiene de las camas. Es una combinación de minerales y algas en forma de polvo que proporciona una capacidad importante de absorción de líquido y reduce el nivel bacteriano en el box. Facilita el secado de la cama, elimina el nivel de amoniaco y neutraliza los malos olores para proteger las vías respiratorias. También contiene aceites de distintas plantas aromáticas que repele los insectos de manera natural. Cama de cáscaras de arroz: Esta cama no contiene nada de polvo. Se está utilizando para caballos con alergias agudas con mucho éxito. Sin embargo, no protege al caballo del suelo tan bien como la viruta o paja usual si el caballo lo come, favorece los cólicos por impactación



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